La misión de enseñanza de Enoc: el llamado de Enoc plantea la posibilidad de arrepentimiento

Perspectiva #11 del Libro de Moisés

Moisés 6:47, 50-68

Con la contribución de Jeffrey M. Bradshaw

En el Libro de Moisés, la lectura de Enoc del libro memorias infundió en el pueblo un gran temor1:

Y mientras Enoc declaraba las palabras de Dios, el pueblo temblaba y no podía permanecer en su presencia.

Asimismo, en el Libro de los Gigantes2, leemos que los líderes de los poderosos guerreros “se inclinaron y lloraron frente a [Enoc]”. 1 Enoc describe una reacción similar después de que Enoc terminó su predicación3:

Yendo yo [es decir: Enoc] entonces, les hablé a todos juntos, y todos temieron, apoderándose de ellos el temor y el temblor. Me rogaron que les escribiese un memorial de súplica4 para que obtuviesen perdón y que yo lo llevase ante el Señor del cielo, pues ellos ya no podían hablar (con él) ni alzar sus ojos al cielo, avergonzados a causa de la culpa por la que habían sido condenados. […] se encontraban reunidos haciendo duelo en Ubelseyael5, … con los rostros cubiertos.

Concebido en pecado

Entre las declaraciones que el Enoc de José Smith hace a sus oyentes en el libro de memorias se encuentra: “[S]e conciben tus hijos en pecado”6. Richard Draper, Kent Brown y Michael Rhodes explican la aparición de esta sorprendente frase, aparentemente inconsistente con el versículo anterior, de la siguiente manera7:

Esta afirmación parece ser problemática teniendo en cuenta un pasaje anterior que declara que “los niños… son limpios desde la fundación del mundo”8. El acto de concebir entre padres casados no es un pecado en sí mismo. Más bien, parece que debido a la Caída, los niños vienen a un mundo lleno de pecado. No hay escape. Por tanto, “cuando empiezan a crecer, el pecado nace en sus corazones”.

Sin embargo, cuando se juntan los versículos 64 y 65, se hace evidente que el trágico estado de los hijos de los oyentes de Enoc no se debe simplemente a su naturaleza caída, sino más bien a la intensidad de la corrupción voluntariamente elegida por sus padres. Como lo expresó Nibley9: “[L]a gente inicua de la época de Enoc… de hecho concibió a sus hijos en pecado, ya que eran descendientes ilegítimos de una sociedad totalmente amoral”. El pasaje pertinente en el Libro de los Gigantes dice10: “Que se sepan… sus actos y (los) de [sus] esposas[s] de esos (gigantes) [y sus] hijos[s y sus e]sposas durante su fornicación en la tierra”11.

En la versión de al-Kisa’i del libro islámico de las Historias de los Profetas, se nos dan más detalles sobre la maldad del pueblo12:

Cuando [Enoc] tenía cuarenta años, Dios lo nombró mensajero para los hijos de Caín, que eran gigantes en la tierra y estaban tan absortos en la frivolidad, cantando y tocando instrumentos musicales que ninguno de ellos estaba alerta. Se reunían alrededor de una mujer y fornicaban con ella, y los demonios hacían que su acción les pareciera buena. Fornicaban con otras, hijas y hermanas, y se entremezclaban.

Una nota de esperanza

A pesar de la inmoralidad desenfrenada descrita entre sus sociedades, tanto los sermones de Qumrán como los del Libro de Moisés de Enoc “terminan con una nota de esperanza””13, una característica única de estos dos relatos de Enoc. En el relato del Libro de Moisés, Enoc centra la atención sobre la invitación de Dios al arrepentimiento que le hizo al padre Adán14:

Si te vuelves a mí y escuchas mi voz, y crees y te arrepientes de todas tus transgresiones … recibirás el don del Espíritu Santo … y te será dado cuanto tú pidieres.

En el Libro de los Gigantes, Enoc también da esperanza a los inicuos a través del arrepentimiento15: “[S]uelta lo que tienes cautivo… y ora”16.

Reeves17 especula que otra frase difícil de reconstruir en el Libro de los Gigantes también podría entenderse como una “alusión a un período de prueba para el arrepentimiento de los [gibborim]”18. La descripción de un período de arrepentimiento parece evocar una tradición judía específica que continúa hasta nuestros días. En este sentido, destacamos la descripción que hace Geo Widengren de la tradición judía según la cual “en el día de Año Nuevo, … el juicio se lleva a cabo cuando se presentan tres tipos de libretas, una para los justos, otra para los pecadores y otra para los que ocupan una posición intermedia”19. Widengren explica que “a las personas de una posición intermedia se les conceden diez días de arrepentimiento entre el día de Año Nuevo y Yom Kipur”20.

Desafortunadamente, como veremos más adelante en la historia, el arrepentimiento inicial de los gibborim provocó solamente un arrepentimiento de corta duración para algunos de ellos. Sin embargo, Matthew Goff especula, basándose en las versiones de Qumrán y maniqueas del Libro de los Gigantes, que otros podrían haberse arrepentido con más sinceridad. Él pregunta21:

¿Por qué Dios les daría a los [gibborim] una visión sobre el diluvio en primera instancia? ¿Por qué darles la oportunidad de saber sobre el diluvio antes de que suceda? Si el plan de Dios es matarlos, ¿por qué molestarse? Los sueños revelados a Ohyah y Hahyah pueden significar que Dios, al dejar claro a los [gibborim] cuál sería el castigo por sus crímenes, les da la oportunidad de arrepentirse. Esta puede ser una variación de la tradición que a menudo se asocia con los 120 años de Génesis 6:3. Y, aunque no hay evidencia explícita de esta propuesta en el Libro de los Gigantes de Qumrán, el Libro de los Gigantes maniqueo sugiere que este elemento narrativo podría haber estado presente en el texto de Qumrán y que las oraciones de los [gibborim], en sorprendente contraste a las de los ángeles en [1 Enoc el Libro] de los Vigilantes, podrían haber tenido éxito.

La verdadera esperanza de arrepentimiento predicada por Enoc en el Libro de Moisés22 y en el Libro de los Gigantes es otra semejanza entre estos dos textos, y una diferencia significativa entre su postura y la de 1 Enoc.

Este artículo fue adaptado y ampliado a partir de Bradshaw, Jeffrey M. y David J. Larsen. Enoch, Noah, and the Tower of Babel. En God’s Image and Likeness 2. Salt Lake City, UT: The Interpreter Foundation e Eborn Books, 2014, págs. 47–48.

Otras lecturas

Bradshaw, Jeffrey M. y David J. Larsen. Enoch, Noah, and the Tower of Babel. En God’s Image and Likeness 2. Salt Lake City, UT: The Interpreter Foundation e Eborn Books, 2014, págs. 47–48.

Draper, Richard D., S. Kent Brown y Michael D. Rhodes. The Pearl of Great Price: A Verse-by-Verse Commentary. Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2005, págs. 97–98, 101, 103.

Nibley, Hugh W. Enoch the Prophet. The Collected Works of Hugh Nibley 2. Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1986, pág. 216.

Consultas

al-Kisa’i, Muhammad ibn Abd Allah. ca. 1000 – 1100. Tales of the Prophets (Qisas al-anbiya). Traducido por Wheeler M. Thackston, Jr. Great Books of the Islamic World, ed. Seyyed Hossein Nasr. Chicago, IL: KAZI Publications, 1997.

Draper, Richard D., S. Kent Brown y Michael D. Rhodes. The Pearl of Great Price: A Verse-by-Verse Commentary. Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2005.

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Goff, Matthew. “The sons of the Watchers in the Book of Watchers and the Qumran Book of Giants“. En Ancient Tales of Giants from Qumran and Turfan: Contexts, Traditions and Influences, editado por Matthew Goff, Loren T. Stuckenbruck y Enrico Morano. Wissenschlaftliche Untersuchungen zum Neuen Testament 360, ed. Jörg Frey, 115-27. Tübingen, Germany: Mohr Siebeck, 2016.

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Milstein, Rachel, Karin Rührdanz y Barbara Schmitz. Stories of the Prophets: Illustrated Manuscripts of Qisas al-Anbiya. Islamic Art and Architecture Series 8, ed. Abbas Daneshvari, Robert Hillenbrand y Bernard O’Kane. Costa Mesa, CA: Mazda Publishers, 1999.

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Wise, Michael, Martin Abegg, Jr., y Edward Cook, eds. The Dead Sea Scrolls: A New Translation. New York City, NY: Harper-Collins, 1996.

Notas sobre las ilustraciones

Ilustración 1. Estambul, Turquía, Topkapi Sarayi Müzesi, B.249, fol. 16b. De R. Milstein et al., Stories, plate 25. Para obtener detalles sobre la escena, consulte R. Milstein, Stories and Illustrations, págs. 111-113.

Notas al pie de página

1 Moisés 6:47.

2 F. G. Martinez, Book of Giants (4Q203), 4:6, pág. 260. Cf. D. W. Parry et al., DSSR (2013), 4Q403, 4:6, pág. 943: “se postraron y clamaron”.

3 G. W. E. Nickelsburg, 1 Enoch 1, 13:3–5, 8–9, págs. 234, 237. Véase H. W. Nibley, Enoch, pág. 214.

4 H. W. Nibley, Enoch, pág. 216: “un Hypomnemata o memorial”.

5 G. W. E. Nickelsburg, 1 Enoch 1, pág. 250 n. 9-10:
Abel-Main (Ubelseyael en la versión citada) es la forma aramea de Abel-Maim … (cf. 1 Reyes 15:20 y su paralelo en 2 Crónicas 16:4). Es la moderna Tell Abil, situada aproximadamente a siete kilómetros al oeste-noroeste de “las aguas de Dan”, en la desembocadura del valle entre la cordillera del Líbano al oeste y el monte Hermón, aquí llamado Senir, uno de sus nombres bíblicos (Deuteronomio 3:8-9; cf. Cantar de los Cantares 4:8; Ezequiel 27:5).
Para más información sobre la historia de la geografía sagrada de esta región, véase ibíd., págs. 238–247.

6 Moisés 6:55.

7 R. D. Draper et al., Commentary, pág. 103.

8 Moisés 6:54.

9 H. W. Nibley, Churches, pág. 160.

10 L. T. Stuckenbruck, Book of Giants, 4Q203, 8:6-9, pág. 90. Cf. Cf. J. T. Milik et al., Enoch, pág. 315: “Que se sepa que [usted] n[o…] y sus obras y las de sus esposas […] ellos [y sus] hijos y las esposas de [sus hijos…] por su prostitución en la tierra”; F. G. Martinez, Book of Giants (4T203), 8:6–9, pág. 260: “Sepan que […] no sus hechos y los de sus esposas […] ellos y sus hijos y las esposas de [sus hijos…] por su prostitución en la tierra”. Cf. G. W. E. Nickelsburg, 1 Enoch 1, 10:9, pág. 215).

11 Véase D. W. Parry et al., DSSR (2013), 4Q403, 8:6-9, pág. 945. Cf. J. C. Reeves, Jewish Lore, pág. 114 n. 9. Compárese con H. C. Kee, Testaments, Dan 5:6, pág. 809: “Leí en el Libro de Enoc el Justo … que todos los espíritus de promiscuidad sexual … hacen que [los hijos de Leví] cometan pecado ante el Señor”; ibíd., Simeon 5:4, pág. 786: “Porque he visto en una copia del libro de Enoc que tus hijos serán arruinados por la promiscuidad”; ibíd., Naphtali 4:1, pág. 812: “He leído en los escritos del santo Enoc que te apartarás del Señor, viviendo de acuerdo con toda maldad de los gentiles y cometiendo toda iniquidad de Sodoma”; ibíd., Benjamin 9:1, pág. 827: “De las palabras de Enoc el Justo te digo que serás sexualmente promiscuo como la promiscuidad de los sodomitas”.

12 M. i. AA al-Kisa’i, Tales, pág. 88. Cf. J. C. Reeves et al., Enoch from Antiquity 1, págs. 137-138.

13 H. W. Nibley, Churches, pág. 159.

14 Moisés 6:52.

15 L. T. Stuckenbruck, Book of Giants, 4Q203, 8:14-15, pág. 90; D. W. Parry et al., DSSR (2013), 4203, 8:14-15, pág. 947. J. C. Reeves, Jewish Lore, pág. 65 lo traduce de manera similar como: “¡libera a tus prisioneros y reza!” Presenta pruebas conjeturales para esta interpretación de los fragmentos maniqueos del Libro de los Gigantes que “conservan algunas referencias aisladas a ‘prisioneros’ o ‘esclavos'”.

16 Martinez interpreta esto como: “Ahora, pues, desata tus cadenas [del pecado]… y ora” (F. G. Martinez, Book of Giants (4Q203), 8:14-15, pág. 261).Cf. J. T. Milik et al., Enoch, págs. 315, 316 n. L. 12: “Y ahora, suelta tus ataduras que [te] atan […] y empieza a orar”. Ibíd., pág. 316 n. L. 14 explica el texto de la siguiente manera: “Los Vigilantes parecen estar ya encadenados por los ángeles; para poder rezar, para levantar los brazos en gesto de súplica, tienen que liberar las ataduras”. Véase también M. Wise et al., DSS, The Book of the Giants, 4Q203, 8:14-15: “Pero ahora, suelta las ataduras […] y ora”.

17 J. C. Reeves, Jewish Lore, pág. 103. Cf. J. W. Etheridge, Onkelos, Génesis 6:3, pág. 47.

18 Alternativamente, esta frase está traducida por F. G. Martinez, Book of Giants (4Q530), 3:3, pág. 261 como “la evidencia de los Gigantes”.

19 G. Widengren, Ascension, pág. 38 n. 2.

20 Ibíd., pág. 38 n. 2. La idea continúa hoy en lo que ha llegado a llamarse Yamim Noraim (los días temibles) o Aseret Yemei Teshuvá (diez días de arrepentimiento/retorno). La tradición se basa en Isaías 55:6. Que dice: “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado; llamadle en tanto que está cercano”. Maimónides formuló los pasajes más citados asociados con este período. Escribió (E. Touger, Mishneh Torah de Rambam, Laws of Teshuvah, 2:6):

Aunque el arrepentimiento y el clamor a Dios siempre son oportunos, durante los diez días desde Rosh Hashaná hasta Yom Kipur son sumamente apropiados y aceptados inmediatamente [en las alturas].

Según T. R. Rich, Days of Awe:

Uno de los temas constantes de los días temibles es el concepto que YAH´VEH tiene “libros” en los que escribe nuestros nombres, anotando quiénes van a vivir y quiénes van a morir, quiénes tendrán una buena vida y quiénes tendrán una mala vida para el siguiente año. Estos libros se escriben en Rosh Hashaná, pero nuestras acciones durante los días temibles pueden alterar el decreto de Dios. Las acciones que cambian el decreto son “teshuvá, tefilá y tzedaká”, arrepentimiento, oración, buenas acciones (usualmente caridad). Estos “libros” son sellados en Yom Kipur. Este concepto de escribir en libros es la fuente del saludo común durante este tiempo: “Que seas inscrito y sellado para un buen año”.

21 M. Goff, Sons of the Watchers, págs. 126-127.

22 Moisés 6:50ff.