Abraham e Idrimi

Abraham by Emily Gordon side-by-side with an image of the statue of Idrimi via the Maxwell Institute.

Perspectiva sobre el Libro de Abraham #1

El Libro de Abraham narra la vida del patriarca bíblico en una voz autobiográfica en primera persona. El libro comienza: “En la tierra de los caldeos, en la morada de mi padre, yo, Abraham, vi que me era necesario buscar otro lugar donde morar” (Abraham 1:1). Esta voz en primera persona continúa a lo largo del texto como si Abraham mismo lo estuviera escribiendo.

Cuando el Libro de Abraham se publicó en 1842, ningún otro texto de un tiempo similar y lugar era conocido. El Libro de Abraham era único en ese aspecto. En los últimos 200  años, la arqueología ha descubierto más textos que podemos comparar con el Libro de Abraham.

Uno de esos textos descubierto en 1939 contiene características similares con el Libro de Abraham. También es una “autobiografía”, ya que narra una historia en primera persona. Habla de un gobernante llamado Idrimi que vivió en la antigua Siria, el cual está próximo al plausible hogar de Abraham1 , no mucho después del periodo de Abraham (circa 2000-1800 a.C.).2 “La autobiografía de Idrimi se compara bien con la de Abraham tanto en sujeto como en forma”, explica el erudito Jonh Gee, “a pesar de que la autobiografía de Idrimi data alrededor de unos doscientos años después”.3

Aunque el texto de Idrimi a menudo es llamado una “autobiografía”, 4 este término de alguna manera puede ser engañoso. Por ejemplo, “no sabemos si dichos textos autobiográficos fueron escritos por las mismas personas, dictados a escribas o escribas fantasmas”. Si bien es “improbable que Idrimi haya tallado las palabras en su estatua… él pudo haber sido directamente responsable por el contenido del texto”.5 Este podría ser el mismo caso con el Libro de Abraham.6

Las similitudes entre la “autobiografía” de Abraham e Idrimi incluye lo siguiente:

  • Ambos mencionan sus viajes a través de Canaán.
  • Ambos enfatizan que el viaje a su nueva residencia fue el resultado de una inspiración divina.
  • Ambos se refieren a las promesas hechas a sus antepasados de quienes tienen registros.
  • Ambos describen que adoraban de la manera en que lo hicieron sus padres.
  • Ambos trataron con convenios.7

Los dos textos incluso comienzan de maneras muy similares:

Libro de Abraham (1:1)“Autobiografía” de Idrimi
“En la tierra de los caldeos, en la morada de mi padre, yo, Abraham, vi que me era necesario buscar otro lugar donde morar”.“En Alepo, mi antiguo hogar… Yo, Idrimi, hijo de Ilimilimma… tomé mi caballo, carro y mozo y me retiré”.8

Las similitudes entre estos dos textos y otras consideraciones llevan a Gee a concluir: “El Libro de Abraham pertenece específicamente a la misma literatura que la autobiografía de Idrimi”. Esto, naturalmente, plantea la pregunta: “¿Cómo pudo José Smith publicar en el Libro de Abraham una historia que coincide con una autobiografía de la edad de bronce siria que no se descubriría hasta dentro de cien años?9 La explicación más plausible es que el Libro de Abraham pertenece a ese periodo de tiempo, género o literatura y esa parte del mundo.

Otras lecturas

John Gee, “Abraham and Idrimi”, Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 22, no. 1 (2013): 34–39.

Notas al pie de página

 

1 Véase Stephen O. Smoot, “‘In the Land of the Chaldeans’: The Search for Abraham’s Homeland Revisited”BYU Studies Quarterly 56, no. 3 (2017): 7–37.

2​ John Gee, “Abraham and Idrimi”Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 22, no. 1 (2013): 34–39.

3 Gee, “Abraham and Idrimi”, 35.

4 Véase por ejemplo “The Statue of Idrimi”, British Museum, en línea en www.britishmuseum.org; Tremper Longman III, Fictional Akkadian Autobiography: A Generic and Comparative Study (Winona Lake, IN: Eisenbrauns, 1991), 62–63; Piotr Bienkowski, “Autobiographies”, en Dictionary of the Ancient Near East, ed. Piotr Bienkowski y Alan Millard (Philadelphia, Penn.: University of Pennsylvania Press, 2000), 41; Tremper Longman III, “The Autobiography of Idrimi (1.148)”, en The Context of Scripture, Volume One: Canonical Compositions from the Biblical World, ed. William W. Hallo (Leiden: Brill, 2003), 479–481; Ekin Kozal y Mirko Novák, “Alalakh and Kizzuwatna: Some Thoughts on the Synchronization”, en Overturning Certainties in Near Eastern Archaeology: A Festschrift in Honor of K. Aslıhan Yener, ed. Çiğdem Maner, Mara T. Horowitz y Allan S. Gilbert (Leiden: Brill, 2017), 297–299.

5 Gee, “Abraham and Idrimi”, 35.

6 Desde el punto de vista antiguo, realmente no habría importado si el autor de un texto como Abraham utilizó un escriba para que hiciera la escritura física o incluso influyera en la composición textual. Véanse los comentarios en Hugh Nibley, Abraham in Egypt, 2nd ed. (Provo, UT: FARMS, 2000), 4–9.

7 Paraphrasing Gee, “Abraham and Idrimi”, 38.

8 Traducido de esta manera por Edward L. Greenstein y David Marcus, “The Akkadian Inscription of Idrimi”, Journal of the Ancient Near Eastern Society 8 (1976): 67, citado en Gee, “Abraham and Idrimi,” 37. Las primeras líneas de la inscripción de Idrimi dice en su totalidad: “En Alepo, mi hogar ancestral, ocurrió un [incidente] hostil por el que tuvimos que huir al pueblo de Emar, los parientes de mi madre y quedarnos allí. Mis hermanos mayores también se quedaron conmigo, pero ninguno de ellos tenía los planes que yo tenía. Entonces yo, Idrimi, el hijo de Ilimilimma, devoto de Im, Hebat, y mi señora Ištar, señora de Alalaḫ, pensando para mí mismo: ‘Quien sea su patrimonio es un gran noble, pero quien [permanezca] entre los ciudadanos de Emar es un vasallo’, tomé mi caballo, carro y vasallo y partí”.

9 Gee, “Abraham and Idrimi”, 38.