Perspectiva del Libro de Abraham #23
En la edición actual (2013) de la Perla de Gran Precio, el Libro de Abraham tiene como prefacio la siguiente explicación: “Una traducción de algunos anales antiguos que han llegado a nuestras manos procedentes de las catacumbas de Egipto. Los escritos de Abraham mientras se hallaba en Egipto, llamados el Libro de Abraham, escritos de su propia mano sobre papiro”1. Este título editorial se basó en la impresión del 1 de marzo de 1842 del Libro de Abraham en el Times and Seasons, con algunas modificaciones. Al observar la evidencia en el manuscrito del Libro de Abraham de la era de Kirtland, se revela una frase similar: “Traducción del Libro de Abraham escrita de su propia mano sobre papiro y encontrada en las catacumbas de Egipto“2.
Algunos se han preguntado cómo es posible que el papiro adquirido por José Smith haya sido escrito de la “propia mano” de Abraham cuando los papiros datan de alrededor del 300 a. C., muchos siglos después de la vida de Abraham3.
Antes de contestar esta pregunta, el primer problema a determinar es si la frase “de su propia mano sobre papiro” era parte del texto del Libro de Abraham o era una hipótesis moderna hecha por José Smith o sus escribas acerca de la naturaleza de los papiros que adquirieron. Algunas evidencias sugieren que José Smith y los primeros Santos de los Últimos Días creían que los papiros eran tan antiguos como el mismo Abraham4, aunque es necesario tener precaución al evaluar esta evidencia, dado que algunas de estas fuentes son rumores que “podrían haber confundido la frase ‘escrito de la propia mano de Abraham’ (autoría) con ‘la letra de Abraham’ (su caligrafía personal)”5.
Por otro lado, algunos eruditos han argumentado que la frase “el Libro de Abraham; escrito de su propia mano sobre papiro” era el título antiguo del texto mismo. Como han observado, la frase “de su propia mano”, o algo similar, se usaba en el antiguo Egipto simplemente para denotar autoría6. Por ejemplo, un texto del antiguo Egipto contiene estos renglones:
[Si (así) sucede] que quieres recitar un escrito, ven a mi, para que te lleve al lugar donde se encuentra este libro (en concreto) [lit. “papiro”], el cual escribió Tot con su propia mano, él mismo, cuando descendió tras los (otros) dioses7.
La expresión literal utilizada en egipcio antiguo “(con) su propia mano” ([n-]ḏr.ṱ=f ḥˁ=f), el cual de hecho denota autoría8. Una expresión similar, “escrito… con sus propios dedos” (m ḏbˁw=f), también se atestigua en el antiguo Egipto como una manera de atribuir autoría9.
La expresión “en la mano” para denotar autoría, autoridad o posesión (“en posesión, a cargo de”, “de”, “a través de”, “a causa de”, “hecho por”, etc.) también aparece en el lenguaje egipcio tal como se hablaba en los días de Abraham, reforzando (aunque no esta comprobado) la posibilidad de que la frase era del texto original antiguo preparado por Abraham10.
Esta frase también aparece en la Biblia. Por ejemplo, algunos libros proféticos hablan de oráculos o “la palabra de Jehová” que vienen a través o por medio de ciertos profetas (p. ej., Malaquías 1:1; Hageo 1:1; 2:1; Zacarías 7:7, 12). Sin embargo, la expresión literal hebrea en estos pasajes, es “de/en la mano” (bĕ yad). En el Nuevo Testamento, algunas de las epístolas de Pablo concluyen con una breve frase que indica que el apóstol escribió “de [su] puño y letra”, aunque seguramente empleó a escribas para ayudarle a redactar sus cartas, e incluso después de que esas cartas fueran copiadas por escribas posteriores (1 Corintios 16:21; Gálatas 6:11; Colosenses 4:18; 2 Tesalonicenses 3:17; Filemón 1:19)11.
Es significativo que una “autobiografía” de un gobernante semita llamado Idrimi de la época de Abraham atribuye la autoría del texto al propio gobernante y al mismo tiempo menciona abiertamente el nombre de quien escribió físicamente el texto12. No sería difícil imaginar una situación similar con Abraham cuando redactó su registro.
Independientemente de lo que José Smith y los primeros Santos de los Últimos Días hayan pensado sobre la antigüedad de los papiros o quién los escribió físicamente, puede obtenerse la siguiente conclusión a partir de las evidencias que han sobrevivido:
El encabezado [del Libro de Abraham] no indica [necesariamente] que Abraham haya escrito esa copia en particular, sino que fue el autor del original… Un texto, independientemente de cuántas copias de él existan en el mundo, es escrito por un autor. Sin embargo, cada copia de ese texto es un manuscrito… Todos sabemos que cuando un autor del mundo antiguo escribía algo, si esos escritos iban a sobrevivir o ser difundidos, el texto tenía que ser copiado una y otra vez y otra vez, generación tras generación. Cuando el encabezado dice que el texto fue escrito de la propia mano de Abraham, señala quién es el autor, no quién copió el manuscrito en concreto que llegó a manos de José13.
Otras lecturas
Hugh Nibley, Abraham in Egypt, 2nd. ed. (Provo, Utah: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies, 2000), 4–9.
Hugh Nibley, “As Things Stand at the Moment”, BYU Studies 9, no. 1 (1969): 74–78.
Notas al pie de página
1 “The Book of Abraham”, Times and Seasons 3 , no. 9 (March 1, 1842): 704. La edición de Salt Lake City de 1878 de la Perla de Gran Precio eliminó la frase “pretendiendo ser” en el título. Esta omisión se mantuvo en ediciones posteriores, incluida la edición de 1902 preparada por James E. Talmage que sirvió de base para las ediciones de 1981 y la actual del libro de 2013.
2 Robin Scott Jensen y Brian Hauglid, eds., The Joseph Smith Papers, Revelations and Translations, Volume 4: Book of Abraham and Related Manuscripts ( Salt Lake City, UT: Church Historian’s Press, 2018), 219. Para ver el manuscrito en línea, véase Book of Abraham Manuscript, circa July–circa November 1835–C [Abraham 1:1–2:18], en línea en www.josephsmithpapers.org.
3 Marc Coenen, “The Dating of the Papyri Joseph Smith I, X and XI and Min who Massacres his Enemies”, en Egyptian Religion: The Last Thousand Years, ed. Willy Clarysse, Antoon Schoors y Harco Willems (Leuven: Peeters, 1998), 2:1103–15; Michael D. Rhodes, The Hor Book of Breathings: A Translation and Commentary (Provo, UT: Foundation for Ancient Research y Mormon Studies, 2002), 3.
4 “A Glance at the Mormons”, Quincy Whig, 17 October 1840; reproducido en Brian M. Hauglid, ed., A Textual History of the Book of Abraham (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2010), 218; Wilford Woodruff Journal, 19 February 1842; reproducido en Hauglid, A Textual History of the Book of Abraham, 220; Editorial, circa 1 March 1842, Draft, en línea en www.josephsmithpapers.org; Josiah Quincy, Figures of the Past from the Leaves of Old Journals (Boston: Roberts Brothers, 1883), 386.
5 Terryl Givens, The Pearl of Greatest Price: Mormonism’s Most Controversial Scripture (New York, NY: Oxford University Press, 2019), 155. Véase también el análisis en John Gee, “Eyewitness, Hearsay, and Physical Evidence of the Joseph Smith Papyri”, en The Disciple as Witness: Essays on Latter-day Saint History and Doctrine in Honor of Richard Lloyd Anderson, ed. Stephen D. Ricks, Donald W. Parry y Andrew H. Hedges (Provo, Utah: FARMS, 2000), 192–195.
6 Hugh Nibley, “As Things Stand at the Moment” , BYU Studies 9, no. 1 (1969): 74–78; Abraham in Egypt, 2nd. ed. (Provo, Utah: Foundation for Ancient Research y Mormon Studies, 2000), 4–9; cf. John Gee, “Were Egyptian Texts Divinely Written?” en Proceedings of the Ninth International Congress of Egyptologists, ed. J. C. Goyon, C. Cardin (Leuven: Uitgeverij Peeters en Departement Oosterse Studies, 2007), 806; “Literary Titles in Greco-Roman Egypt”, en En détail – Philologie und Archäologie im Diskurs: Festschrift für Hans-W. Fischer-Elfert, ed. Marc Brose et al. (Berlin: De Gruyter, 2019), 344–345.
7 Steve Vinson, The Craft of a Good Scribe: History, Narrative and Meaning in the First Tale of Setne Khaemwas (Leiden: Brill, 2017), 114; cf. Miriam Lichtheim, Ancient Egyptian Literature, Volume III: The Late Period (Berkeley y Los Angeles, CA: University of California Press, 1980), 128; Robert Ritner, traductor, “The Romance of Setna Khaemuas and the Mummies (Setne I)”, en The Literature of Ancient Egypt, ed. William Kelly Simpson, 3rd ed. (New Haven: Yale University Press, 2003), 456; James Allen, The Ancient Egyptian Language: An Historical Study (Cambridge: Cambridge University Press, 2013), 191.
8 Janet H. Johnson, ed., The Demotic Dictionary of the Oriental Institute of the University of Chicago (Chicago, Ill.: Oriental Institute, 2001), 60; Thus Wrote ‘Onchsheshonqy: An Introductory Grammar of Demotic, 3rd ed. (Chicago, Ill.: Oriental Institute, 2000), 31; véase el análisis en Gee, “Were Egyptian Texts Divinely Written?” 807–810, esp. 809; “Literary Titles in Greco-Roman Egypt”, 344–345.
9 Gee, “Were Egyptian Texts Divinely Written?” 809, citando P. Louvre 3284 2, 8/9 y otros textos.
10 Alan Gardiner, Egyptian Grammar, 3rd ed. (Oxford: Griffith Institute, 1957), §178; James Hoch, Middle Egyptian Grammar (Mississauga: Benben Publications, 1997), §81.
11 Lincoln H. Blumell, “Scribes and Ancient Letters: Implications for the Pauline Epistles”, en How the New Testament Came to Be: The Thirty-fifth Annual Sidney B. Sperry Symposium, ed. Kent P. Jackson y Frank F. Judd Jr. (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University; Salt Lake City: Deseret Book, 2006), 208–226.
12 John Gee, “Abraham and Idrimi”, Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 22, no. 1 (2013): 34–39, esp. 37.
13 Kerry Muhlestein, “Egyptian Papyri and the Book of Abraham: A Faithful, Egyptological Point of View”, en No Weapon Shall Prosper: New Light on Sensitive Issues, ed. Robert L. Millet (Provo, Utah: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2011), 230.